
Vuelta a la normalidad. Vuelta a los entrenamientos para que las piernas y la cabeza no se duerman. Después de la segoviana volvemos a la realidad de los entrenamientos. También en esta ocasión este que suscribe sólo. El resto de la banda mejor descansa.
Un recorrido corto pero exigente. Salas Bajas – Huerta Otea – Cementerio - Salas Bajas. Ya lo he recorrido en otra ocasión y no resultó muy pesado (tengo que convencer a la tropa para hacerlo pero añadiendo metros).
Cada vez hay menos sitio para correr por la ciudad. Cada día somos más los populares. Te encuentras con corredores por cualquier calle y lo que más llama la atención es el colorido: el negro, el amarillo y algún rosa en las chicas. Todos juntos y desde arriba debe ser un cromo.
En definitiva, un día más, unos 12K para las piernas y unas calorías menos. Espero que todo este esfuerzo sirva para algo. Al menos la salud lo agradecerá.

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