
La llegada del buen tiempo anima a muchos corredores a trasladar sus rodajes a la playa que, además de ser un lugar bonito y relajante, tiene muchos más beneficios que hacerlo en otras partes.
Correr en la playa nos puede ayudar, por ejemplo, a mejorar nuestra respiración, ya que nuestro cuerpo recibe más oxígeno y realizamos mejor la carrera. Esto ocurre gracias a la humedad, la baja presión y la temperatura, que hacen que el organismo pueda recibir el oxigeno más fácilmente. Si caminamos por la orilla aumentaremos la fuerza y la potencia en nuestras piernas gracias a las olas y a la inestabilidad del terreno.
Por otro lado, correr por la orilla también nos ayuda a quemar más calorías y eliminar más grasa debido a la presencia del yodo en el agua, en la tierra y en el ambiente, que estimula la glándula tiroides y, así, aumenta la quema de calorías.
Otro remedio que nos va genial a todos es el poder anti-estrés del mar. Escuchando su sonido, nuestro cuerpo se relaja y nos recargamos las pilas, por lo que responderemos mejor a la hora de correr.
Como último beneficio, podemos destacar el efecto cicatrizante del mar, que desinfecta las heridas, como golpes en la rodilla, en la pierna, ampollas…
Todo un lujo si tenemos en cuenta algunas recomendaciones.

Correr en la playa nos puede ayudar, por ejemplo, a mejorar nuestra respiración, ya que nuestro cuerpo recibe más oxígeno y realizamos mejor la carrera. Esto ocurre gracias a la humedad, la baja presión y la temperatura, que hacen que el organismo pueda recibir el oxigeno más fácilmente. Si caminamos por la orilla aumentaremos la fuerza y la potencia en nuestras piernas gracias a las olas y a la inestabilidad del terreno.
Por otro lado, correr por la orilla también nos ayuda a quemar más calorías y eliminar más grasa debido a la presencia del yodo en el agua, en la tierra y en el ambiente, que estimula la glándula tiroides y, así, aumenta la quema de calorías.
Otro remedio que nos va genial a todos es el poder anti-estrés del mar. Escuchando su sonido, nuestro cuerpo se relaja y nos recargamos las pilas, por lo que responderemos mejor a la hora de correr.
Como último beneficio, podemos destacar el efecto cicatrizante del mar, que desinfecta las heridas, como golpes en la rodilla, en la pierna, ampollas…
Todo un lujo si tenemos en cuenta algunas recomendaciones.
- Corre principalmente por la parte mojada de la arena, estaremos “más fresquitos” y será lo más parecido hacerlo por pista forestal, correr por la arena seca nos obligará a realizar un sobre-esfuerzo muscular importante. Por tanto, limita tus rodajes por la arena seca a series cortas como alternativa a tus ejercicios de fuerza.
- Hidratación, correr cerca del agua del mar nos puede llevar a la errónea conclusión de que no debemos hidratarnos con la misma frecuencia que en nuestros entrenos habituales cuando en realidad es todo lo contrario, el sol en la playa nos castiga más así que la hidratación debe ser más frecuente. Un “remojón” de vez en cuando puede ser una buena ayuda.
- Protección contra el sol, indispensable correr, al menos, con una gorra y rociad@s en loción protectora.
- Evita las horas de más sol, puede parecer un consejo de Pedro Grullo pero si estamos tumbados en la toalla podemos estar tentados a correr a pesar de estar a más de 30ºC y con un sol de justicia. Calma esa tentación con una cervecita en el chiringuito, construyendo castillos de arena con tus hijos o simplemente descansando.
- Ojo con el desnivel, en ciertas playas la entrada al agua (la arena mojada de la que hablábamos en el primer punto) esta precedida por un desnivel de mayor o menor inclinación pero que resulta muy perjudicial para nuestras articulaciones ya que de correr en este tipo de superficie estaremos cargando y forzando la parte del cuerpo más baja (cercana al agua). Si te encuentras en una playa con estas características mejor busca un recorrido alternativo como puede ser el Paseo Marítimo.
- Evita Correr descalz@, la inestabilidad del piso provoca que nuestros músculos y articulaciones trabajen con más intensidad. El riesgo de lesiones, especialmente en runners de nivel medio/bajo falto de técnica de carrera y fuerza muscular, en forma de esguince es alto, correr con unas zapatillas nos proporcionará estabilidad y sujeción a parte de cuidar la planta de nuestros pies de objetos enterrados no identificados. Si quieres probar las sensaciones del “barefoot”, realiza ejercicios de técnica de carrera (descalz@) durante dos o tres días antes de probar a correr. Cuando comiences a correr hazlo progresivamente, tanto en tiempo como en velocidad, durante los días siguientes.
- Y lo más importante, si corres en la playa que sea por placer, por aburrimiento, porque no tienes otra cosa mejor que hacer, por compartir un rato con amigos, por eliminar las bravas que cayeron al mediodía en el chiringuito… Si corres por la playa haz de ello un momento para disfrutar, los entrenos exigentes o de calidad déjalos para otro momento.

- Trotar por la arena: La dificultad es mayor, exige un esfuerzo especial y los músculos de tus piernas trabajarán con mucha intensidad. Hacerlo con precaución fortalecerá tus tobillos para evitar o curar posibles esguinces.
- Correr por la orilla: La dureza de este terreno es mayor, aunque engañosa (sobre todo cuando incrementamos la velocidad). Las ventajas son múltiples (brisa marina, más ritmo, menos calor…), los inconvenientes son los objetos que podemos pisar y la pendiente lateral que castigará nuestras piernas siempre con la misma inclinación.
- Con el agua por los tobillos: La superficie es algo más blanda y el agua ejerce fuerza en sentido contrario a nuestras piernas. Perfecto para calentar o hacer unas series cortas.
- Con el agua por las rodilla: La dificultad es aún mayor porque el esfuerzo requerido empieza a ser importante. Esta modalidad fortalece tríceps y cuádriceps, y aporta importantes contribuciones a nuestra técnica de carrera.
- Con el agua por la cintura: Ya nos adentramos en el terreno del Aquarunning. Trabajará toda la musculatura de tu cuerpo, casi sin excepción. Las piernas se enfrentarán con la intensa resistencia que el agua impone.
- Con el agua al cuello: Mar adentro ya es Aquarunning puro y duro. Son muchos atletas los que practican esta modalidad para no perder forma, al mismo tiempo que evitan o se recuperan de cualquier lesión.
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