/* */ tortugas veloces: ANNUS HORRIBILIS
__

04 septiembre 2012

2

ANNUS HORRIBILIS

Compártelo...

El 2012 ha sido para mí un año horroroso en cuanto al mundo de correr (sí correr, porque lo que nosotros hacemos es correr, eso del running se nos ha impuesto).

En realidad la racha comenzó en Noviembre del 2011 en Tordesillas con una fractura por estrés que me paró del todo durante meses. Ni siquiera podía tocar mi querida bici para dar un paseo y tenía que utilizar ese monstruo ruidoso y que echa bocanadas de humo para poder moverme. Cuando pensé que todo había pasado y podía volver a mi mundo llegó una inflamación del fémur que volvió a hacerme la zancadilla durante otro montón de meses. Y cuando las piezas empiezan a encajar una operación de nariz me tiene atado por riesgo a infecciones a pesar de encontrarme físicamente perfecto. Es decir, un año tirado a la basura deportivamente.

¿Realmente he perdido el año? Sí, sólo he podido correr dos carreras cortas en todo este tiempo pero, ¿hay algo positivo en lesionarse? Por supuesto.

Todo el que lea esto sabe lo que es lesionarse, unos más otros menos, pero todos hemos caído por errores nuestros o por casualidades. Es verdad que lo que no mata te hace más fuerte. Quizá ahora sentado en mi casa mirando mis zapatillas cogiendo polvo no sea el mejor momento para sentirme optimista pero sí que me levanta la moral el recordar la sensación que tuve cuando después de casi 5 meses pude trotar durante 20 minutos. Todo lo que se añora vuelve de golpe, la respiración agitada, los músculos entrando en calor y sobretodo el ir perdiendo metro a metro la sensación de impotencia, recuperar el control de uno mismo y de su cuerpo.

En mi vida he superado problemas mucho más importantes y vitales que mis lesiones y toda esa fortaleza mental es la que hay que utilizar para pequeñeces como no poder entrenar. El veneno de correr se extiende rápido por la sangre pero nunca hay que olvidar que corremos para divertirnos. Para sufrir también, pero de esa forma sana que nos ofrece muchas mejores sensaciones que tristezas. Este año las tristezas han superado con creces a lo positivo y aunque reconozco que muchas veces he pensado mandarlo todo al carajo y volver a mi arcaico vicio de la bici o al mucho más prehistórico de la piscina, aquí sigo pensando en mi lista de cosas que hacer antes de morir, y claro, la maratón está en el nº 1 (voy a decir que el nº 2 es tener un hijo que ya veo a mi mujer leyendo por encima del hombro....). La maratón es el reto deportivo final y por excelencia aunque supongo que el fin de todo esto otro. Es volver sonriendo en cada entrenamiento, ayudar y compartir con todo aquel que nos crucemos (no me gusta un pelo ese ambiente competitivo que hemos creado, esas miradas retorcidas, ¡señor@s, que somos populares! no olvidemos eso nunca). En fin, deberíamos pararnos de vez en cuando y reflexionar sobre si estamos disfrutando de correr o se ha convertido en una obsesión malsana, pero supongo que esto es tema para otra entrada y sacarle mucho más jugo a la "profesionalización" que a todos nos afecta en mayor o menor medida requiere más tiempo.


En estas circunstancias uno tiene el deber de escuchar a los que saben más que él. Mis compañeros tortugas me han aleccionado con su experiencia e intentado animar en los duros momentos en los que uno se convierte en el fotógrafo del grupo. Nunca podré agradecer todo lo que mi fisio ha hecho por mí. Fran me ha tratado este año como si fuera amigo mío durante años cuando en realidad prácticamente nos acabamos de conocer. Me ha guiado en este laberinto de sensaciones nuevas, me ha cascado las broncas oportunas cuando eran necesarias y sobretodo me ha frenado para que todo se quedara en un susto y no fuera a más. Gracias Fran, ya sabes que usted manda y yo obedezco. Y qué decir de mi compañera Isa, pues que ella si que ha cargado conmigo, bueno en realidad para toda la vida, pero en el tema que estamos tratando ha tenido una paciencia infinita, aguantando mis lamentaciones, mis bajadas de ánimo y mis charlas infinitas sobre entrenamientos y carreras. Ella ya sabe todo lo que le agradezco lo que ha soportado. Alguien debería lanzarse a escribir una entrada sobre esas personas que te aguardan en la meta cargadas con las mochilas y se aburren esperando al pelma de turno que llega en el puesto 1.300.....

Supongo que no me queda más que animar a todo aquel que está en mi misma situación, o incluso mil veces peor, y continuar hacia adelante, no hay otra opción. Siempre hay que luchar por continuar haciendo lo que nos gusta y nos hace felices. Como alguien le grita a Ana entrenando: "!la mirada siempre arriba¡ Pues eso, la mirada siempre alta y hacia adelante, en el correr y en la vida.

Ángel, TORTUGA DE AGUA


2 comentarios:

  1. Deja de correr y metete a escritor, jajajaja, un abrazo brother.

    ResponderEliminar
  2. Todo pasa y todo queda, este año runil ya se te está pasando y verás como el que empieza es más positivo. ¡Y lo que hemos aprendido de fotografía!

    ResponderEliminar