/* */ tortugas veloces: UNA VIDA PARA UNA MARATÓN
__

24 febrero 2013

0

UNA VIDA PARA UNA MARATÓN

Compártelo...
por Vicente Martín


Son las 8 de la mañana y me encuentro en el Estadio de la Cartuja (Sevilla) a punto de comenzar la 29 edición de la Maratón Internacional de Sevilla. Miro en todas direcciones, como queriendo encontrar algo, a alguien, pero sólo intento tener fotos en mi mente de este momento. Intento disfrutar de este momento lo más posible, pero las ganas de empezar casi no me lo permiten. He venido a correr y quiero hacerlo cuanto antes.

No he dormido casi nada durante la noche. Los nervios, la tensión, las ganas de empezar, la añoranza de mi cama….no me lo han permitido. La noche me ha servido para hacer un repaso de mi vida, de mis circunstancias, de mis desdichas y de mis buenos momentos, que también los ha habido.

Me resulta difícil llegar a una conclusión. Después de muchos años de huesos rotos, duelos y quebrantos (como diría Don Quijote), de circunstancias nada sencillas hete aquí a punto de empezar a recorrer los míticos 42.195 metros.

La noche me ha servido para hacer un balance a modo de inventario, para hacer un recorrido mental de mi vida. Cuando se padece la enfermedad de los huesos de cristal en grado 3 (el segundo grado más grave) no es fácil muchas de las cosas que parecen cotidianas.

Seguramente si me hubiera asesorado a través de médicos especialistas sobre la idoneidad de hacer deporte en la modalidad que lo practico posiblemente no estuviera hoy aquí, estaría en mi casa llevando una vida sedentaria, tranquila y muy, pero que muy aburrida. He sido y soy bastante inconformista, para lo bueno y para lo malo y esa inconformidad ha sido el motor para alcanzar las metas que me he propuesto siempre.

La carrera de hoy seguramente no será la más dura que he hecho, cualquiera de los grandes puertos que ascendí suponían un desgaste físico muy superior a lo de hoy. Pero la carrera de hoy si será la más especial con diferencia. Supone infinidad de cosas que me resultan difíciles de explicar. Muchos sentimientos, recuerdos que se agolpan en mi mente; pasas de estar desahuciado para la práctica deportiva a verte rodeado de miles de atletas con el mismo ánimo e ilusión que tu por comenzar y acabar esta carrera.


El camino que me ha traído hasta aquí no ha sido fácil ni corto. Atrás quedan aquellos años en los que empezaba a hacer deporte por la carretera que desde mi pueblo baja hasta el Salto de Aldeadávila, con mis primeras pájaras y mis primeros “éxitos”. Luego le seguirían otros muchos puertos de montaña, a cada cual más duro, alguno de ellos en compañía de ilustres de la bici como Lale Cubino, Santi Blanco, Dori Ruano y el menos conocido, pero no menos importante Lale Llano, el ciclista minero que me acompañó en el Angliru. Siempre me quedó clavada la espina de hacer alguna ascensión con Perico Delgado, pero aunque una vez le tiré los tejos nunca prosperó “lo nuestro”.

Después le seguirían, no sin una particular travesía del desierto, lo de correr carreras populares.

En el año 2004 me presenté en el Colegio Estanilao de Koska para realizar mi primera inscripción en una carrera de este tipo. Supongo que Moli se quedó un poco sorprendido, pero una persona de mi pueblo que estaba presente en ese momento ya le sacó de dudas. Era la primera persona minusválida que participaba en silla de ruedas (hoy en día son varias las personas con movilidad reducida los que de la manos de AVIVA participan en la San Silvestre, aunque ninguno en silla de ruedas).

Con esta primera participación me quitaba de un plumazo muchos prejuicios. Desde entonces no he faltado a ninguna cita. Luego le han seguido otras muchas carreras en Salamanca y fuera de ella.

Ya deben ser las 8:30, es el momento de colocarse para la salida. Todos los salmantinos que hemos llegado hasta aquí (unos para correr nuestra primera marathón, otros para acompañarnos y otros para participar en una más) nos deseamos suerte. Son momentos muy emocionantes, por lo menos para mí. Recuerdas a la gente que ha contribuido a que esto se haga realidad, Javi, Rafa, José Ramón y todo el Club Atletas Veteranos de Salamanca, familiares, amigos, paisanos y compañeros, que también amigos de carreras.

No es la META, es una etapa más, pero una etapa especial. Una carrera que la pienso correr sólo con el corazón.

Los que salimos en la categoría de silla de ruedas lo hacemos antes que los demás corredores, así que me dirijo a mi posición. Debe quedar un minuto para dar la salida, el corazón me palpita de forma desaforada y todavía no he salido. La tensión de la salida se hace interminable. Por fín oigo ¡!a sus puestos!!! ¡!!preparados…..listos…..baaaggggg!!!!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario