
La menopausia es la etapa en la vida de la mujer que va entre los 40 y 59 años, en que, por disminución de la función ovárica acaba su periodo reproductivo. Tiene asociadas una serie de trastornos como sofocos, palpitaciones, angustia, vértigos, trastornos anímicos inestables, sudoración trastornada o trastornos menstruales.
Estos cambios hormonales provocan descalcificación de los huesos, aumento de peso, flacidez, debilidad muscular… Para evitar muchos de estos síntomas y otros muchos que vendrán después en la vejez hay que estar preparada antes de que llegue esta etapa y ser mujeres físicamente activas, nunca mejor dicho: “mujer prevenida vale por dos”
Edad fisiológica y edad cronológica no son sinónimos. La decisión de cualquier persona, y en nuestro caso las mujeres, de llevar una vida activa o sedentaria influirá en nuestra edad fisiológica y en los años de la edad adulta y la de la vejez.
Una vida sedentaria supone mayores riesgos para sufrir enfermedades crónicas y por el contrario una mujer que lleva una vida activa puede llegar a ser entre 10 y 20 años más joven FISIOLOGICAMENTE que una sedentaria de su misma edad cronológica. Amen de la mejor calidad de vida futura.

La mejor receta contra algunos problemas de la vejez puede ser la prescripción de ejercicio de por vida, en cualquiera de sus formas: nadar, andar, senderismo, montar en bicicleta y por supuesto el que nosotros recomendamos por lo que conocemos: correr.
Según se van haciendo nuevos estudios científicos cada vez son más los datos que avalan que muchos de los problemas de la vejez están relacionados con la inactividad. El término concreto es hipocinesia, este estilo de vida es el responsable de la disfunción funcional de muchas personas mayores.
Lamentablemente aun son minoría las mujeres activas y muchas llegan al climaterio habiendo tenido una vida sedentaria. No hablamos de trabajar, atender la casa y los niños etc., hablamos de actividad física, de las mujeres que en el tiempo que les queda entre todas sus obligaciones salen a andar, nadar o correr… pero… AUN NO ES TARDE.
La diferencia entre personas activas e inactivas es la siguiente:

Para las mujeres de vida sedentaria que desean mejorar su actividad se recomienda un examen médico para descartar posibles problemas cardiacos. Una vez aconsejadas por el médico, se empieza SIEMPRE, de forma gradual a hacer la actividad elegida, en nuestro caso hay que empezar caminando para progresivamente según se va teniendo resistencia y se fortalecen los grupos musculares de las piernas, empezar a trotar. Es vital al terminar el ejercicio hacer estiramientos que nos ayudarán a relajar los músculos y a ir teniendo más flexibilidad en las articulaciones.
Las mujeres activas mantienen una capacidad funcional que le permite tener una vida activa e independiente hasta bastante edad 75-80 años.
LA ACTIVIDAD FISICA AUMENTA LA CALIDAD DE VIDA DE LAS MUJERES SI ESTA FORMA PARTE DE SU VIDA DIARIA.
Estos cambios hormonales provocan descalcificación de los huesos, aumento de peso, flacidez, debilidad muscular… Para evitar muchos de estos síntomas y otros muchos que vendrán después en la vejez hay que estar preparada antes de que llegue esta etapa y ser mujeres físicamente activas, nunca mejor dicho: “mujer prevenida vale por dos”
Edad fisiológica y edad cronológica no son sinónimos. La decisión de cualquier persona, y en nuestro caso las mujeres, de llevar una vida activa o sedentaria influirá en nuestra edad fisiológica y en los años de la edad adulta y la de la vejez.
Una vida sedentaria supone mayores riesgos para sufrir enfermedades crónicas y por el contrario una mujer que lleva una vida activa puede llegar a ser entre 10 y 20 años más joven FISIOLOGICAMENTE que una sedentaria de su misma edad cronológica. Amen de la mejor calidad de vida futura.

La mejor receta contra algunos problemas de la vejez puede ser la prescripción de ejercicio de por vida, en cualquiera de sus formas: nadar, andar, senderismo, montar en bicicleta y por supuesto el que nosotros recomendamos por lo que conocemos: correr.
Según se van haciendo nuevos estudios científicos cada vez son más los datos que avalan que muchos de los problemas de la vejez están relacionados con la inactividad. El término concreto es hipocinesia, este estilo de vida es el responsable de la disfunción funcional de muchas personas mayores.
Lamentablemente aun son minoría las mujeres activas y muchas llegan al climaterio habiendo tenido una vida sedentaria. No hablamos de trabajar, atender la casa y los niños etc., hablamos de actividad física, de las mujeres que en el tiempo que les queda entre todas sus obligaciones salen a andar, nadar o correr… pero… AUN NO ES TARDE.
La diferencia entre personas activas e inactivas es la siguiente:
- Se considera activa a la persona que participa al menos 3 veces por semana en una actividad aeróbica que mantenga su frecuencia cardiaca entre el 60y el 90% de su frecuencia cardiaca máxima, entre 15 a 60 minutos y que involucran grandes grupos musculares de una forma rítmica y continua. Entre otras: caminata enérgica, natación, ciclismo, danza aeróbica, “aerobic”, etc. y por supuesto correr. Este ejercicio implica un mayor volumen ventilatorio máximo, más capacidad pulmonar, más cantidad de oxígeno en sangre, menor porcentaje de masa adiposa, todo lo cual implica un manejo de las actividades de la vida diaria con menor fatiga, oséa que se puede hacer más trabajo con menos esfuerzo recuperándose antes que las personas de vida sedentaria de cualquier esfuerzo. La actividad física además minimiza uno de los principales problemas del envejecimiento: la disminución de la función cardiaca.
- Se considera sedentaria la persona que no realiza actividades físicas, antes mencionadas. El cuerpo reacciona con una disminución en la capacidad para realizar actividades intensas, menos fuerza y resistencia muscular, pérdida de flexibilidad y aumento de la masa grasa.

Para las mujeres de vida sedentaria que desean mejorar su actividad se recomienda un examen médico para descartar posibles problemas cardiacos. Una vez aconsejadas por el médico, se empieza SIEMPRE, de forma gradual a hacer la actividad elegida, en nuestro caso hay que empezar caminando para progresivamente según se va teniendo resistencia y se fortalecen los grupos musculares de las piernas, empezar a trotar. Es vital al terminar el ejercicio hacer estiramientos que nos ayudarán a relajar los músculos y a ir teniendo más flexibilidad en las articulaciones.
Las mujeres activas mantienen una capacidad funcional que le permite tener una vida activa e independiente hasta bastante edad 75-80 años.
LA ACTIVIDAD FISICA AUMENTA LA CALIDAD DE VIDA DE LAS MUJERES SI ESTA FORMA PARTE DE SU VIDA DIARIA.
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