
¿Cuántas veces has tenido que dejar de correr por dolores musculares o alguna lesión?. La mejor solución es el power walking. Se trata de una forma de ejercicio que se ha transformado en una actividad popular. Pero andar no supone ir de paseo, sino a un ritmo adecuado para ti con el que puedes quemar las mismas calorías que corriendo.
Una de las mayores ventajas del power walking es su flexibilidad para adaptarse a cualquier circunstancia y lugar. Además es un ejercicio seguro y efectivo siempre que controlemos tres puntos fundamentales: frecuencia, tiempo y ritmo:
Además, permite reducir la tensión arterial, ayuda a mejorar el sistema inmunitario para combatir enfermedades, modela las pantorrillas, los muslos y los glúteos. Además, es una actividad perfecta para liberar tensiones acumuladas y “desconectar” de la rutina del día a día.
Si buscas estar en forma practicando un ejercicio relajado y ameno, el power walking será una gran elección.
Y una vez iniciad@ al power walking ¿por qué no empezar a correr?. Si buscas una actividad física más intensa, si eres de l@s que necesita sudar la camiseta y quieres conseguir una buena forma física, da el salto al running. Ahora ya tienes todos los músculos preparados para una actividad con mayor impacto: el running.
Una de las mayores ventajas del power walking es su flexibilidad para adaptarse a cualquier circunstancia y lugar. Además es un ejercicio seguro y efectivo siempre que controlemos tres puntos fundamentales: frecuencia, tiempo y ritmo:
El power walking se presenta como una alternativa al running, además de un complemento estupendo con el que se puede realizar un entrenamiento combinado. Pero para todas esas personas a las que les cuesta tanto correr, que tienen sobrepeso, lesiones, o no les gusta lo de sudar la camiseta, esta actividad es perfecta, ya que si se hace con la intensidad adecuada y un tiempo suficiente, se obtienen todos los beneficios que uno busca en una actividad física: mejorar la forma, cuidar el corazón, mantener el peso a raya, tonificar las piernas, desestresarse...
- Frecuencia. Lo ideal es hacer entre 3 y 4 sesiones a la semana, ya que, con menos sesiones apenas notaríamos resultados.
- Tiempo. Entre 40 y 45 min/sesión son suficientes para empezar.
- Ritmo. El entrenamiento inicial rondará sobre el 60% de FCmax (frecuencia cardiaca máxima), es decir, un ritmo ágil pero cómodo siempre teniendo en cuenta las condiciones de cada persona.
Además, permite reducir la tensión arterial, ayuda a mejorar el sistema inmunitario para combatir enfermedades, modela las pantorrillas, los muslos y los glúteos. Además, es una actividad perfecta para liberar tensiones acumuladas y “desconectar” de la rutina del día a día.
Si buscas estar en forma practicando un ejercicio relajado y ameno, el power walking será una gran elección.
Y una vez iniciad@ al power walking ¿por qué no empezar a correr?. Si buscas una actividad física más intensa, si eres de l@s que necesita sudar la camiseta y quieres conseguir una buena forma física, da el salto al running. Ahora ya tienes todos los músculos preparados para una actividad con mayor impacto: el running.
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