
En estos últimos años muchos hemos pasado de una vida sedentaria a pasar los fines de semana madrugando para salir a correr, otros se toman este cambio con más calma, 3 veces a la semana y rodajes cortos, otros lo intentan un mes y lo dejan…hay muchos tipos de corredores, y muchas fases en la “vida” del corredor, aquí os dejamos algunas:
El Principiante
La fase más complicada. Nuestro cuerpo no está acostumbrado al ejercicio físico y es duro habituarse a las nuevas rutinas. Si tus amigos y familia en vez de apoyarte te dice que correr es muy duro no te extrañes, nos ha pasado a muchos…Los que no lo practican les parece un deporte aburrido y extenuante. En esta etapa el corredor no suele ser muy constante, si hace mal tiempo puede ser que no salga y muchas veces está esperando cualquier excusa para no salir. No flaquees, nada sustituye a la constancia.
El Aficionado
Ya ha pasado la primera fase, empiezas a disfrutar corriendo, algo que nunca pensaste que llegaría en las primeras salidas. Puede incluso que ya tengas tu grupo de amigos runners pero corres sin grandes pretensiones. La salud y la diversión son tus motores. Todavía no hablas de planes de entrenamiento aunque ya tienes el gusanillo dentro, empiezas a admirar a los corredores experimentados con los que te cruzas en tu carrera, de ahí viene que te comiences a interesar por el running de una manera más técnica.

El “Carreras”
Empezó a correr no hace más de un año pero ya se conoce todo lo relacionado con el mundo del atletismo. Lo corre todo, da igual kilómetros, dificultad técnica o calendario. Entrena por y para ganar, sobre todo a su grupo de amigos, porque en las carreras no sube al podio, le encanta el ambiente de las carreras. Suele sobreentrenarse y sufre lesiones con frecuencia.
El Corredor
Es una persona con más experiencia en este deporte, establece periodos de entrenamiento y descanso, cuida su alimentación, no hace locuras. Algunas carreras le sirven como preparación de otras más duras. Tiene en la cabeza buscarse un entrenador o forma parte de algún club de atletismo.
El Atleta
Ha pasado el otro lado, está dirigido por un profesional y sigue los entrenamientos a rajatabla. Lo que empezó como una actividad de ocio es casi un trabajo. El conocimiento sobre su cuerpo le hace saber interpretar los avisos y ser consciente de cuando debe bajar el nivel. Disciplina espartana, se plantea unos objetivos que va a cumplir sí o sí, a menos que una lesión lo tire por tierra…su círculo de amigos y familia lo admira, ya no es el que iba a correr para quitarse los kilos de cara al verano, es un ATLETA.
Y tú, ¿en qué fase estás?
El Principiante
La fase más complicada. Nuestro cuerpo no está acostumbrado al ejercicio físico y es duro habituarse a las nuevas rutinas. Si tus amigos y familia en vez de apoyarte te dice que correr es muy duro no te extrañes, nos ha pasado a muchos…Los que no lo practican les parece un deporte aburrido y extenuante. En esta etapa el corredor no suele ser muy constante, si hace mal tiempo puede ser que no salga y muchas veces está esperando cualquier excusa para no salir. No flaquees, nada sustituye a la constancia.
El Aficionado
Ya ha pasado la primera fase, empiezas a disfrutar corriendo, algo que nunca pensaste que llegaría en las primeras salidas. Puede incluso que ya tengas tu grupo de amigos runners pero corres sin grandes pretensiones. La salud y la diversión son tus motores. Todavía no hablas de planes de entrenamiento aunque ya tienes el gusanillo dentro, empiezas a admirar a los corredores experimentados con los que te cruzas en tu carrera, de ahí viene que te comiences a interesar por el running de una manera más técnica.
El “Carreras”
Empezó a correr no hace más de un año pero ya se conoce todo lo relacionado con el mundo del atletismo. Lo corre todo, da igual kilómetros, dificultad técnica o calendario. Entrena por y para ganar, sobre todo a su grupo de amigos, porque en las carreras no sube al podio, le encanta el ambiente de las carreras. Suele sobreentrenarse y sufre lesiones con frecuencia.
El Corredor
Es una persona con más experiencia en este deporte, establece periodos de entrenamiento y descanso, cuida su alimentación, no hace locuras. Algunas carreras le sirven como preparación de otras más duras. Tiene en la cabeza buscarse un entrenador o forma parte de algún club de atletismo.
El Atleta
Ha pasado el otro lado, está dirigido por un profesional y sigue los entrenamientos a rajatabla. Lo que empezó como una actividad de ocio es casi un trabajo. El conocimiento sobre su cuerpo le hace saber interpretar los avisos y ser consciente de cuando debe bajar el nivel. Disciplina espartana, se plantea unos objetivos que va a cumplir sí o sí, a menos que una lesión lo tire por tierra…su círculo de amigos y familia lo admira, ya no es el que iba a correr para quitarse los kilos de cara al verano, es un ATLETA.
Y tú, ¿en qué fase estás?
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