/* */ tortugas veloces: Vig-Bay: nunca correrás sólo
__

08 abril 2014

0

Vig-Bay: nunca correrás sólo

Compártelo...


Yo los he visto... No están bien de la cabeza... Estrenan ansiedad en cada salida y unos minutos antes de la largada necesitan ir al baño... Viajan 200 kilómetros para correr 10... Están mal... Están completamente locos.


Dicen que incluso a los actores con muchas tablas, siempre que suben a un escenario, les invaden los nervios el primer día de un estreno. Digo que a los corredores populares nos pasa lo mismo cuando acudimos por primera vez a una carrera.

Galicia es como mi segunda casa. Sus gentes te hacen sentir parte de ella. Su paisaje te envuelve. Su gastronomía me apasiona. El Medio Maratón Gran Bahía VIG-BAY es una referencia en las carreras populares gallegas: por dónde discurre, por el número de participantes, por la bolsa del corredor, por la atención al mismo,... No podía dejar de correrla al menos en una ocasión. Y esta edición, tocó.

21 kilómetros que discurren entre la playa de Samil en Vigo y el Castillo de Monterreal, hoy Parador Nacional, en Baiona. 21 kilómetros acompañado por unos 5.000 participantes en una mañana... - menos mal que nublada? ó - una pena que no hubiera algo de sol?, con una temperatura muy agradable para correr, nada de viento, nada de frio y con algo de humedad.

Después de calentar por la amplia avenida de Samil e ir dejando los nervios en los baños de los chiringuitos de la playa, nos colocamos en el "cajón" del tiempo previsto. El globo de 01:50 andaba por allí cerca, despistado, buscando su ubicación. Nos colocamos por delante de él. Últimos éxitos musicales en la megafonía ambiente y los nervios afloran en la gente que comienza a dar palmas siguiendo el ritmo: hay ganas de empezar. Mientras, levanto la vista buscando el arco de salida y cincuenta metros por delante de mi, vuelvo a encontrarme con el globo de 01:50: - mierda, ya me coloqué mal.


Pistoletazo de salida y a correr. Tardamos algo más de un minuto en pasar por el control de salida. En el primer km, haces lo que puedes, vas buscando ubicación y pidiendo perdón: la maraña de gente hace imposible una salida rápida para los que vamos en los furgones traseros. Además, en los foros lées que esta carrera es para los conservones y ya me habían advertido: - Controlando, nada de salir como un loco desde el principio. Por una vez hago caso y lo tomo con calma. Primer kilómetro llanito y al acabar, la primera subida fuerte de los primeros toboganes en los próximos dos kilómetros. Nada que no superemos: acabamos de empezar y aún hay fuerzas.


Continuamos llaneando y, por primera vez en una carrera, tenemos que hacer una "parada técnica". Buscamos un acomodo para descargar y continuamos camino. Trato de recuperar los segundos perdidos y sigo viendo al globo de 01:50 muy por delante de mí. Mi objetivo es alcanzarlo.

Comienzan las subidas. Tres kilómetros en los que hay pocas zonas para recuperar pero que tampoco son tan "empinados" como las "pintan" en el perfil. Vamos pasando a corredores en nuestro empeño de alcanzar al del 01:50. Acabada la subida, km 6 aproximadamente, comienzan las zonas de llaneo donde se puede recuperar y donde ya se va haciendo la primera selección del personal.

Alcanzo a un corredor con una camiseta de Atletas Populares de Valladolid con un ritmo parecido al mio y decido que será mi liebre (creo que él tuvo el mismo pensamiento en las ocasiones en que me ponía a su altura). Comienzan las bajadas y aquí ya se va a degüello: cinco km. bajando y llaneando dan para lanzarte a velocidad. Pero decido que no, voy sujetando y mi "liebre" también. Vamos pensando en el primo del del mazo que está en el km 15. Mientras, disfrutamos del paisaje, del ambiente, de los olores a eucalipto, a mar,... y soportando, cada vez más, el peso de la humedad ambiental: no hace viento, hay una muy buena temperatura y la cercanía del mar se empiezan ha notar. Si hubiera hecho sol, sería insoportable.

Kilómetro 10/11. Media maratón hecha y comienzo a ver al del 01:50 cada vez más cerca. Llegando a Nigrán lo alcanzamos y lo pasamos fácilmente. Va sólo. Pienso en recuperar un rato junto a él pero se va quedando. El tipo tenía cara de despistado. Creo que comenzaba a entender lo que estaba pasando: había salido en posición equivocada, a un ritmo mucho más rápido de los 5:12 necesarios para hacer la media en 01:50 y ahora trataba de buscar a alguien a quien llevar a meta a ese ritmo. Lo dejamos atrás y seguimos conservones pensado en la subida del 15. Por lo visto, algo nuevo en esta edición.

Siendo, como es, una carrera que discurre, en su mayor parte, paralela a la costa, hay lugares en los que la vista alcanza a ver la hilera multicolor de corredores que recorren la bahía con las islas Cies al fondo, y piensas (como siempre): - joer!!! por dónde van ya aquellos!!!. Pero llegas a dónde iban ellos. A todo esto, había perdido a mi liebre, sabía que iba por delante pero no la veía. Asi es que decido utilizar otra liebre más..., digamooos, mejor. Y tranquila.

Y llegamos al 15. Comienza la subida a un pequeño istmo con un monte de eulaliptos y pinos. Y aquello empieza a oler a gloria: el monte a tu izquierda, el mar a la derecha viendo Baiona ya tan cerca. Y tan lejos. Una subida que luego resulta no ser para tanto, que tiene varios toboganes fuertes, que si te lanzas en la bajada del primero, el segundo lo subes con la lengua fuera y lo peor: que discurre por una "carretera" empredrada estrecha y es muy difícil adelantar, por que no vas sólo, vas muy acompañado. Y otra vez vas frenando y pidiendo permiso para pasar.

Por aquí vuelvo a alcanzar a mi anterior liebre y ahora ya sólo la sigo. Bajas el último tobogán y entras en la carretera que te lleva a Baiona, ya sólo quedan cuatro kilómetros para meta, cuatro kilómetros llanos,... Y una mier..!!! Son falsos llanos y las chinchetas comienzan a notarse. Los pies pinchan y tengo que bajar un poco el ritmo. La entrada a Baiona, tres km para meta, ayuda a pensar en el final pero la avenida es eterna, los kilómetros tardan en pasar, sabes que estás cerca pero no llegas. A un kilómetro aún no se ve el arco de meta, el zig-zag de la avenida impide verlo.

Seguimos como podemos y en los últimos 500 metros apretamos con todo. Veo el crono de meta que marca 01:47 con algún segundo y no quiero que vaya a más. Lo cruzamos, agradecemos y paro mi Garmin que marca 01:45:46 (01:46:31 neto oficial). No es la marca que buscaba pero me vale. Otra vez será. Al menos he recuperado el tiempo de la "parada técnica" y arañado segundos a la diferencia con el paso por el arco de salida.


Avituallamiento de agua lo primero y de isotónicos, zumos, galletas, yogures,... (así, en plural) y bolsa finisher, después. Aquí mi único pero a la carrera. Encajonan al corredor para recojer estas cosas con lo que se hace tapón y a pesar de que cuando llegas a meta te dicen que no te pares, es imposible seguir trotando para que tu sistema cardiovascular vuelva a la normalidad. El diseño de la llegada prima cualquier movimiento de los medios sanitarios para atender al corredor que lo necesite, al igual que ha ocurrido durante todo el trayecto con los motoristas de la guardia civil colocando a los corredores para que siempre quedara libre una parte de la calzada y con los sanitarios recorriendo constantemente el paso de corredores.


Por esto y por que al ser lineal, hay zonas sin público y falta ambiente, no es una carrera de diéz. Pero si decides hacer una escapada deportivo-turística a Galicia, aprovecha el finde de la Vig-Bay. Disfrutarás de una bonita carrera, disfrutarás de Galicia y en Baiona, del tapeo con albariño.

Unas foticas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario