Víctor González Julián
Todo empezó la madrugada del día 19 de Julio de 2014. ¡03:30 de la mañana! Las tortugas empiezan a preparar el viaje a la sierra de Madrid para participar en una locura más que en una carrera. A las 04:00 de la mañana ya tenemos el equipo preparado y cargado en el coche. Manuel al volante Ana de copiloto y Víctor descansando para la gran carrera. El día aún no hace presencia (que sueño teníamos todos).
Por fin llegamos a Cercedilla, un pueblo de la sierra madrileña a los pies de la gran sierra de Guadarrama y vigilado de cerca por Siete Picos.
06:00 de la mañana, todavía a oscuras Víctor prepara la mochila con gesto de seriedad y nervios, Manuel se acerca a comprar agua a un 24 horas cercano para llenar la cámara de agua para la carrera, Ana ayudaba a repasar la lista de material para no olvidar nada.
Poco después nos dirigimos directos a la entrega de dorsales al centro del pueblo, esta vez tocaba correr con el número 80 de dorsal, cada segundo que pasaba los nervios eran más y más intensos, de vuelta al coche para buscar las lentillas que se escondieron bien y no éramos capaces de encontrarlas… menos mal que volvimos a buscar una y mil veces, una vez puestas las lentillas nos dirigimos otra vez a la salida para escuchar unas pocas normas que la organización dio antes de salir.
Manuel y Ana marcharon al monte para pillar a los corredores en el collado Marichiva (pasos kms. 9,4 y 16,1)
Mientras, Víctor entraba en los boxes de salida, muchos nervios, miedo, ansiedad y muchas más emociones juntas. 07:00 de la mañana, ¡dan la gran salida! Los primeros metros no hacían presagiar lo que se venía encima...
Después de aproximadamente un kilómetro (a ojo) la carrera empezó a demostrar su potencial, empezamos a subir unas cuestas brutales hasta el primer 2000 de la carrera la Peña Agüila a 2005 m de altitud y situado en el kilometro 7,2. Por la cabeza solo pasaban pensamientos negativos. Antes de llegar al collado Marichiva los pensamientos eran de retirarse de la carrera; por fin, llegando al km 9 vi a Manuel y Ana con Sagui y Charco animando desde la lejanía, al llegar a su altura paro a beber y comer un poco antes de seguir.
Las emociones cambiaron, me di cuenta de que podía hacerlo y terminarlo, empecé a marcar ritmo como un martillo pilón en subidas y lanzarme en las bajadas escalofriantes que nos encontrábamos los corredores. Después del km 16 donde Manuel y Ana seguían esperándome, empezó la subida a la Peña Bercial a 2002 mts. de altitud, campo a través entre jaras y piedras.
Seguimos subiendo al Cerro Minguete a 2019 mts. y pasamos a subir por canchales hasta Montón de trigo a 2161 mts. de altitud y empezar a bajar hasta la Fuenfría, de bajada nos juntamos con los corredores de la carrera de 25 km hasta el puerto de la Fuenfría donde Manuel, Ana y los perros esperaban de nuevo animando y dando aliento para continuar con la carrera, poco después del km 20 una pequeña molestia apareció sin dar más la lata después de estirar un poco. En el km 27 me despedí de unos ateridos de frío Manuel y Ana porque ya no los volvería a ver hasta la meta.
Empezamos una bajada delicada por una torrentera empedrada y muy empinada para empezar la última gran subida hasta los 2059 mts. de altitud hasta los Siete Picos, en esa subida la niebla empezó a caer encima hasta perder de vista el maravilloso paisaje de la sierra madrileña y empezar a notar una ansiedad de no saber cuánto quedaba por subir ni cuanto quedaba de carrera, al coronar, el frío que durante todo el tiempo me acompañaba se vio acentuado por el viento que empezó a soplar con mucha fuerza.
Por fin conseguí salir de la espesa niebla bajando y bajando hasta el último control de paso donde los chicos de la organización me reconocieron gracias al seguimiento de Manuel y Ana en los controles anteriores. Tras unos minutos repostando agua y fuerzas me despedí de ellos para poner rumbo a la ansiada meta acompañado por el corredor más veterano que me ayudó con su compañía a afrontar los últimos kilómetros cuesta abajo dándome conversación y esperándome en los momentos de flaqueza al final de la carrera. Por fin, entre los pinos, se podía ver el pueblo de Cercedilla, ¡la meta esta cerca!
El asfalto apareció de repente y los amigos de mi compañero en la carrera le esperaron a la entrada del pueblo, él me decía que entrara yo primero pero yo no quería entrar antes porque estaba muy agradecido por la ayuda recibida, una curva antes de la meta apareció Ana con los perros y no se podía creer que estuviera en la meta antes de la hora que ellos tenían imaginada, con sus gritos de ánimo encaré la recta final donde mi compañero se quedo más atrás para dejarme entrar en la meta y ser fotografiado por Manuel.
Gracias de todo corazón a todo el mundo que me animó y me apoyó para poder correr y terminar esta gran aventura, gracias a Manuel y Ana por la paliza que se dieron solo para asegurarse de que todo iba bien, sin ellos no hubiera pasado del kilometro 9 y por supuesto a la gente que ha salido a correr conmigo todos los días que podían para hacerme los entrenos más entretenidos. Sin miedo a equivocarme puedo asegurar que esta ha sido la carrera más dura, más bonita y más emotiva que hasta día de hoy conseguí correr y terminar.
El año que viene volveré con más ganas y más fuerzas. Estas son las fotos que pudimos hacer...
Por fin llegamos a Cercedilla, un pueblo de la sierra madrileña a los pies de la gran sierra de Guadarrama y vigilado de cerca por Siete Picos.
06:00 de la mañana, todavía a oscuras Víctor prepara la mochila con gesto de seriedad y nervios, Manuel se acerca a comprar agua a un 24 horas cercano para llenar la cámara de agua para la carrera, Ana ayudaba a repasar la lista de material para no olvidar nada.
Poco después nos dirigimos directos a la entrega de dorsales al centro del pueblo, esta vez tocaba correr con el número 80 de dorsal, cada segundo que pasaba los nervios eran más y más intensos, de vuelta al coche para buscar las lentillas que se escondieron bien y no éramos capaces de encontrarlas… menos mal que volvimos a buscar una y mil veces, una vez puestas las lentillas nos dirigimos otra vez a la salida para escuchar unas pocas normas que la organización dio antes de salir.
Manuel y Ana marcharon al monte para pillar a los corredores en el collado Marichiva (pasos kms. 9,4 y 16,1)
Mientras, Víctor entraba en los boxes de salida, muchos nervios, miedo, ansiedad y muchas más emociones juntas. 07:00 de la mañana, ¡dan la gran salida! Los primeros metros no hacían presagiar lo que se venía encima...
Después de aproximadamente un kilómetro (a ojo) la carrera empezó a demostrar su potencial, empezamos a subir unas cuestas brutales hasta el primer 2000 de la carrera la Peña Agüila a 2005 m de altitud y situado en el kilometro 7,2. Por la cabeza solo pasaban pensamientos negativos. Antes de llegar al collado Marichiva los pensamientos eran de retirarse de la carrera; por fin, llegando al km 9 vi a Manuel y Ana con Sagui y Charco animando desde la lejanía, al llegar a su altura paro a beber y comer un poco antes de seguir.
Las emociones cambiaron, me di cuenta de que podía hacerlo y terminarlo, empecé a marcar ritmo como un martillo pilón en subidas y lanzarme en las bajadas escalofriantes que nos encontrábamos los corredores. Después del km 16 donde Manuel y Ana seguían esperándome, empezó la subida a la Peña Bercial a 2002 mts. de altitud, campo a través entre jaras y piedras.
Seguimos subiendo al Cerro Minguete a 2019 mts. y pasamos a subir por canchales hasta Montón de trigo a 2161 mts. de altitud y empezar a bajar hasta la Fuenfría, de bajada nos juntamos con los corredores de la carrera de 25 km hasta el puerto de la Fuenfría donde Manuel, Ana y los perros esperaban de nuevo animando y dando aliento para continuar con la carrera, poco después del km 20 una pequeña molestia apareció sin dar más la lata después de estirar un poco. En el km 27 me despedí de unos ateridos de frío Manuel y Ana porque ya no los volvería a ver hasta la meta.
Empezamos una bajada delicada por una torrentera empedrada y muy empinada para empezar la última gran subida hasta los 2059 mts. de altitud hasta los Siete Picos, en esa subida la niebla empezó a caer encima hasta perder de vista el maravilloso paisaje de la sierra madrileña y empezar a notar una ansiedad de no saber cuánto quedaba por subir ni cuanto quedaba de carrera, al coronar, el frío que durante todo el tiempo me acompañaba se vio acentuado por el viento que empezó a soplar con mucha fuerza.
Por fin conseguí salir de la espesa niebla bajando y bajando hasta el último control de paso donde los chicos de la organización me reconocieron gracias al seguimiento de Manuel y Ana en los controles anteriores. Tras unos minutos repostando agua y fuerzas me despedí de ellos para poner rumbo a la ansiada meta acompañado por el corredor más veterano que me ayudó con su compañía a afrontar los últimos kilómetros cuesta abajo dándome conversación y esperándome en los momentos de flaqueza al final de la carrera. Por fin, entre los pinos, se podía ver el pueblo de Cercedilla, ¡la meta esta cerca!
El asfalto apareció de repente y los amigos de mi compañero en la carrera le esperaron a la entrada del pueblo, él me decía que entrara yo primero pero yo no quería entrar antes porque estaba muy agradecido por la ayuda recibida, una curva antes de la meta apareció Ana con los perros y no se podía creer que estuviera en la meta antes de la hora que ellos tenían imaginada, con sus gritos de ánimo encaré la recta final donde mi compañero se quedo más atrás para dejarme entrar en la meta y ser fotografiado por Manuel.
Gracias de todo corazón a todo el mundo que me animó y me apoyó para poder correr y terminar esta gran aventura, gracias a Manuel y Ana por la paliza que se dieron solo para asegurarse de que todo iba bien, sin ellos no hubiera pasado del kilometro 9 y por supuesto a la gente que ha salido a correr conmigo todos los días que podían para hacerme los entrenos más entretenidos. Sin miedo a equivocarme puedo asegurar que esta ha sido la carrera más dura, más bonita y más emotiva que hasta día de hoy conseguí correr y terminar.
El año que viene volveré con más ganas y más fuerzas. Estas son las fotos que pudimos hacer...
... y este es el vídeo grabado por uno de los participantes.
Hola, me ha gustado mucho la cronica de la carrera, yo corri la de menor distancia, pero no he conseguido encontrar las fotos que hicieron en la meta, ¿sabes donde podemos encontrarla? Aprovecho para animarte a participar en una carrera que estan organizando unos amigos www.trail2heaven.com , si os animais a otra aventura es espectacular. Un saludo y enhorabuena.
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